jueves, 7 de junio de 2012

El prado de los ahorcados.

El prado de los ahorcados.


Cuenta la leyenda que una tarde cualquiera del mes de marzo del año 1500. Agustín Moreto y Cabañas cruzaba a paso rápido la plaza de Zocodover, buscando refugio de la intensa lluvia, en la ya oscura noche nuestro personaje se adelantaba a resguardarse bajo el Arco de la Sangre. Se comentaba por la ciudad que era tan rápido. Era muy rápido con su espada toledana con el fin de defender el honor o acabar con la vida de algún desdichado. Se decía que era rápido con la espada por que ganaba en todos los duelos.
 De estos encuentros guarda sus fantasmas y recuerdos.
En sus pensamientos estaba cuando un desconocido le da un sobre en sus manos. No fue capaz de distinguir quién era porque está oscuro en una calle de Toledo.
Abrió el sobre y en un papel áspero ponía, si sois hombre y sois caballeros, esta noche a las 12 en el prado de los ahorcados os espero. Decidió acudir aunque no sabía si era una emboscada o una broma, con su capa y espada se fue. Era una noche oscura y fría y con mucha humedad por el rio Tajo que estaba al lado. Allí no había nadie pero oyó un ruido y dijo quien anda ahí, con mucho miedo más que con valentía, se acerco a las ramas y vio un hombre colgado de una rama. Su brazo señalaba el lugar donde había matado a otro hombre.
El cadáver de Agustín fue encontrado días después, nadie supo el motivo de su muerte, aunque les llamó la atención una soga que colgaba de un árbol cercano…

lunes, 28 de mayo de 2012

Audición de los alumnos y alumnas de 5º

Grabación de una canción de flauta con acompañamiento. Realizado por los alumnos y alumnas de 5º A y 5º B en el área de Música.


domingo, 27 de mayo de 2012

El critsto del Motín


Era una  tracción Española
(Al señor Felipe Benecio Recio)
Eran tiempos tristes  venturosos, exclamo Bodoque
D. Álvaro Alonso,  mozo enamorado, su pensamiento tan sólo en las imaginaciones, gustos y pesares del deseo que, cuando no es cumplido, martiriza y propiamente se cree que abrasa el pecho con vivo fuego.
Mas, al fin, dando un fuerte suspiro el mozo, exclamó:
¡No serás tú tan desdichado, que de seguro no aspiras á un bien, ni temes perderle, ni te aguijan aficiones amorosas, ni se te daría mucho con tener, como yo, que abandonar á Toledo, dejando la más hermosa y recatada doncella que puede haber en el mundo! Así, te digo que hablemos, sobre todo, de lo que me importa, y es: que así como es costumbre tuya y de todos los picaros del ejercicio de pordiosear, acercaros como que vais á demandar una limosna á las damas, y ponéis en sus manos las cartas de sus amantes, hagas lo propio con Teodora cuando saliere mañana de la misa.
No era tal, que corro el riesgo que me condene. No sabía el caballero de qué hablaba Bodoque, el cual le dijo cosas que no esperaba oir.
Era el caso, que había en una de las estrechas calles de Toledo, y hacia la judería, un Santísimo Cristo, guardado en un hueco abierto en la esquina de una casa pequeña y miserable; dos farolillos ardían á uno y otro lado de la imagen, á toda hora del día ó de la noche. Los encargados por su propio voto de mantener constantemente encendidas las luces eran los mendigos de la ciudad, entre los cuales más eran los picaros que los necesitados; con esto pedían todos para la luz del Santísimo Cristo, y pedían, cuando no robaban, á diario, más de lo que hubiera sido menester para alumbrar la imagen durante un siglo. Tal abuso había querido reprimirle el señor Corregidor, decidiendo poner por su cuenta las luces y perseguir á los maltrapillos que hicieran de la devoción un pretexto para dejar enjutas las bolsas de las gentes, y la decisión hubo de enojar a la canalla a extremoso punto.
Una vez rendida y obligada tomó un disfraz, que fué, a lo que cuentan, un lindo traje de un su hermano adolescente todavía, y salió sigilosamente á la calle, temblando de miedo y agitado el corazón por mil contrarios afectos: el gozo de verse junto a su amante, la pena de escapar de la casa paterna, una incierta esperanza, un afanoso deseo, un hondo pesar y un intenso contento.
Tomóla D. Alvaro en sus brazos, y dirigiéndose á la esquina donde se hallaba el Cristo, dejó su dulce carga en el suelo, y apoyándose en una reja rompió el cristal de la urna, sacó de ella la imagen, apagó los farolillos, y bajando con presteza, tornó a tomar en sus brazos a su amada, y escapó por el intrincado laberinto de estrechas calles de la imperial ciudad...
Horas después, sucedió al silencio un estrépito endiablado; los picaros, los virotes, los bigardos, la flor y espuma de los  maltrapillados, armaba estrépito de bulla, algazara de gresca y ruido de revuelta... Todos los bullangueros de la gran ciudad gritaban en rebelión contra el Corregidor que los había secuestrado su Cristo... el Cristo que la truhanería decía ser suyo.
No hubo manera de calmar la agitación ni volver al orden, hasta que el picaro Bodoque, ya avistado con D. Alvaro, hubo de decir al Corregidor, que como accediese a casar su bija con el joven y mandara palio y cirios al puente de Alcántara al día siguiente, y permitiera a los picaros rendir culto á su Cristo, todo quedaría sosegado en la república; y asi fué, que hubo de hacerse tal y como Bodoque previno, y D. Alvaro Alonso casó con la bella Teodora.
En nada hemos querido nosotros poner ni punto más ni menos de lo qué nos refirieron ante el nicho y la imagen que existe en el propio sitio, y que tiene por nombres los de Santo Cristo del Amor o Cristo del Motín, cosa que preocupará a los roelibros y rebusca chismes de tradición beata; así, pues, lector, que ellos lo busquen con más extensos datos; tú goces salud y á mí no me falte.



viernes, 25 de mayo de 2012

La rosa de pasión.


Una tarde de verano, en un jardín de Toledo había una muchacha muy buena y muy bonita.
En una de las calles más oscuras de la ciudad imperial, escondida estaba la parroquia mozárabe.
Tenía hace muchos años su habitación, tenebrosa y miserable como su dueño un judío llamado Daniel Leví.
Este judío era rencoroso y vengativo.
Dueño de una inmensa fortuna, todo el día estaba acurrucado en el portal de su vivienda, componiendo y aderezando cadenillas de metal, cintos viejos o guarniciones rotas.
Odiaba a los cristianos, jamás pasó junto a un caballero principal, ni acogió en su techo  a uno de sus habituales parroquianos sin agobiarlo.
La sonrisa de Daniel había llegado a hacerse proverbial en todo Toledo.

El Ángel de la Puerta de Bisagra


-El ángel de la puerta de Bisagra fue construida por Alonso de Covarrubias durante los reinados de Carlos V y Felipe II. Es uno de los monumentos de Toledo.
-En el patio hay una puerta que da salida a una ciudad llamada La Sagra, y hacia ir a  Madrid, encontramos una hornacina con la estatua del primer obispo de la ciudad, San Eugenio.. Por debajo de Madrid hay otra  lápida en latín en la que se afirma que fue Felipe II el que mandó destruir las inscripciones árabes, restableciendo las inscripciones godas dedicadas a los santos patronos.
- La puerta, está  diseñada por Alonso de Covarrubias en el siglo XVI, sustituyó a un musulmán.
-Las obras terminaron en  1576 bajo la dirección de Nicolás Vergara el Mozo. Este espacio fue utilizado durante muchos años para controlar las entradas y salidas de personas, animales, alimentos y para actividades festivas.
- En el año 1934 no se iniciaron las obras para abrir dos entradas laterales en la muralla en el siglo XVI.